Silenciosa y dolorosa. Así es la Gota, enfermedad crónica en forma de artritis inflamatoria que se produce cuando el ácido úrico se acumula en la sangre formando cristales en las articulaciones. Estos cristales provocan episodios repentinos e intensos de dolor, hinchazón y enrojecimiento, especialmente en el dedo gordo del pie. Sin embargo, también puede afectar otras articulaciones como tobillos, rodillas y codos.
Para entender el desarrollo de la enfermedad, primero debemos saber qué es el ácido úrico. Clínicamente, es un subproducto de la descomposición de las purinas, es decir, de aquellas sustancias que se encuentran en ciertos alimentos como las carnes rojas, mariscos, bebidas y alcohol. Cuando el cuerpo no puede eliminar de forma eficiente el ácido úrico, o produce demasiado, este se acumula y forma los cristales que causan la gota.
¿Cómo reconocer la enfermedad?
Lo primero que debes tener claro, sostiene el médico de Help, Dr. Alfredo Labarca, es que factores como la obesidad, diabetes o hipertensión, y genética aumentan el riesgo de padecer gota.
Sin embargo, los síntomas suelen aparecer de manera abrupta y a menudo por la noche. Si hablamos de dolor, las personas que lo padecen aseguran que es intenso y que resulta insoportable. Además de la inflamación y el enrojecimiento de la zona afectada, la articulación puede sentirse caliente al tacto.
En cuanto a la duración de los llamados ‘ataques de gota’, pueden durar desde unos días hasta semanas e incluso meses si es que no se recibe un tratamiento adecuado.
Causas
Para entender cómo se puede desencadenar la Gota, el Dr. Labarca sostiene que entre las causas más importantes y reconocidas se encuentran:
– Aumento de ácido úrico en la sangre: Cuando los niveles de ácido úrico en la sangre son demasiado altos, se puede cristalizar y acumularse en las articulaciones.
– Genética: Puede ser hereditaria, y algunas personas pueden tener una mayor tendencia a desarrollar esta enfermedad.
– Dieta: La ingesta excesiva de alcohol, mariscos y carnes rojas puede aumentar los niveles de ácido úrico en la sangre.
– Obesidad: El exceso de peso puede aumentar la producción de ácido úrico.
Diagnóstico y tratamiento
Para saber si una persona sufre de gota, el médico especialista solicitará la realización de un examen físico, análisis de sangre para medir los niveles de ácido úrico y, en algunos casos, la extracción de líquido sinovial de la articulación afectada para identificar los cristales de ácido úrico.
En cuanto al tratamiento, el médico de Help Dr. Alfredo Labarca afirma que este incluirá:
– Medicamentos antiinflamatorios: Estos medicamentos no esteroideos (AINEs) pueden reducir la inflamación y el dolor.
– Colchicina: Este medicamento ayuda a reducir la inflamación y el dolor en las articulaciones afectadas.
– Alopurinol: Se trata de un medicamento que puede ayudar a reducir los niveles de ácido úrico en la sangre.
– Cambios en el estilo de vida: Perder peso, reducir el consumo de alcohol y aumentar la ingesta de agua, ayudarán a reducir los síntomas de la gota.
Prevención
La prevención de la gota implica grandes cambios en el estilo de vida como mantener una dieta equilibrada baja en purinas, reducir o eliminar el consumo de alcohol, beber al menos de dos a tres litros de agua al día, y mantener un peso saludable. Además, es importante controlar enfermedades subyacentes como la hipertensión y la diabetes.
Con un manejo adecuado, es posible reducir la frecuencia y la intensidad de los ataques de gota, lo que mejorará de manera significativa la calidad de vida.