Cada año miles de personas son diagnosticadas con Diabetes, enfermedad que afecta principalmente a personas sedentarias con sobrepeso, obesidad, y que mantienen hábitos de alimentación poco saludables.
Pero ¿qué es la Diabetes? De acuerdo con lo señalado por la médico de Help, Dra. Katherin Falck, la diabetes “es una enfermedad metabólica caracterizada por niveles elevados de glucosa o azúcar en la sangre, y se basa en una alteración del metabolismo, es decir, de cómo nuestro cuerpo procesa el azúcar”.
¿Cómo es esto? Ante la interrogante, la Dra. Falck agrega que “lo normal es que cuando una persona ingiere alimento, la glucosa produzca una secreción de una hormona que se denomina insulina, la cual se produce en el páncreas, y que permite la absorción o el ingreso de esta glucosa en distintos tejidos de nuestro organismo”.
¿Y cómo una persona puede tener diabetes? “Se puede producir ya sea porque el páncreas no está produciendo insulina, o en su defecto porque sus tejidos no son sensibles a la acción de la insulina, es decir, a pesar de que una persona produce insulina, esta no logra actuar de manera eficiente en los tejidos, y por lo tanto no se logra la entrada de la glucosa dentro de la célula, permaneciendo acumula en el torrente sanguíneo”, asegura la Dra. Falck. Esto puede llevar a diversas complicaciones de salud a largo plazo en el corazón, riñones, la retina y el sistema nervioso.
Tipos de Diabetes
Existen principalmente dos tipos de diabetes: La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune que se desarrolla en la infancia o adolescencia. En este tipo, el sistema inmunológico ataca las células beta del páncreas, responsables de producir insulina, resultando en una producción mínima o nula de esta hormona. Por otra parte, la diabetes tipo 2 es mucho más común, y se relaciona con factores como la obesidad, la falta de actividad física y la predisposición genética. En este caso, el cuerpo no utiliza la insulina de manera efectiva, lo que se conoce como resistencia a la insulina.
10 consejos para prevenir la Diabetes
– Mantén un peso saludable: La obesidad es un factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2. Perder peso puede reducir este riesgo.
– Adopta dietas equilibradas: Consume mayor cantidad de frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Limita el azúcar, grasas saturadas y carbohidratos.
– ¡Corre, camina, salta, haz ejercicio!: Realiza al menos 150 minutos de actividad física a la semana. Caminar, nadar o andar en bicicleta te ayudará a mantener un peso saludable, además de mejorar la sensibilidad a la insulina.
– Relájate y controla el estrés: El estrés crónico puede afectar los niveles de glucosa en sangre. Aprende y practica técnicas como la meditación, la respiración profunda o el yoga.
– Descansa, duerme bien: La falta de sueño puede contribuir a la resistencia a la insulina y aumentar el riesgo de diabetes. Duerme entre 7 y 9 horas por noche.
– No le tengas miedo a los chequeos médicos: Hazte exámenes de glucosa en sangre si tienes factores de riesgo, como antecedentes familiares de diabetes, hipertensión o sobrepeso. Recuerda que la detección temprana es clave.
– No más tabaco y alcohol: Ambos vicios pueden aumentar el riesgo de diabetes y otras complicaciones.
– Toma agua, hidrátate: Bebe al menos dos litros de agua al día y limita las bebidas azucaradas. La hidratación es fundamental para el buen funcionamiento del cuerpo.
– Infórmate: Mantente informado sobre la diabetes y sus factores de riesgo. La educación es una herramienta para la prevención.
– Establece metas realistas: Haz cambios graduales en tu estilo de vida para que sean sostenibles a largo plazo para mantenerte motivado.
Implementar estas estrategias no solo te puede ayudar a prevenir la diabetes, sino que también contribuye a una mejor salud en general.