La automedicación está en aumento, principalmente, por el acceso a información a través de Internet. Con frecuencia las personas buscan los síntomas que presentan y, con esto, algunas se sienten capacitadas para iniciar ciertos tratamientos, sin considerar la importancia de una evaluación médica.
Según un estudio del Centro de Información Toxicológica de la Universidad Católica, la automedicación es una problemática nacional, ya que los fármacos son la primera causa de intoxicaciones en el país, con un 58%.
El Ministerio de Salud señala que los remedios más comunes para la automedicación son los analgésicos, antihistamínicos, antidiarreicos y ansiolíticos.
¿En qué consiste el mal uso de un medicamento?
- Tomar un medicamento que no corresponde para tratar una enfermedad. Por ejemplo, iniciar tratamiento con antibióticos ante una influenza. Esta patología es causada por un virus y los antibióticos combaten bacterias; entonces, no sólo no se justifica la toma de antibióticos en este caso, sino que, además, se genera resistencia a éstos.
- Administrar los medicamentos inadecuadamente, es decir, en distintas dosis a la indicada (en menor o mayor cantidad), por más o menos días o a diferentes horas, de lo recetado por el médico.
- Consumir un medicamento vencido.
La Doctora Ana María Bravo, especialista de Help señala: “La automedicación nunca es adecuada porque, a pesar que los remedios tienen reacciones positivas, también pueden generar respuestas negativas dependiendo de cada persona. Por lo tanto, las indicaciones de un fármaco deben ser prescritas por un especialista”.
Riesgos asociados
Los fármacos pueden tener efectos colaterales, tales como sequedad en la boca o insomnio, que deben ser informados al paciente antes de recetarse.
También existen otras consecuencias como gastritis, náuseas, diarrea, dependencia y adicción. Por esta razón, es importante una evaluación médica previa.
Mientras que la intoxicación con uno de los fármacos más consumidos en Chile, como lo es el paracetamol, puede llevar a la falla hepática. Por ello, es el médico quien debe prescribir recetas y determinar el tratamiento, ya que indicará la dosis según el peso del paciente.
“Por ejemplo, si su hijo tiene fiebre podría darle una dosis de paracetamol, sin embargo, solo el especialista conoce al paciente y sus necesidades de salud; por ello, es muy importante que los remedios siempre los indique el médico y no otra persona”, enfatiza la Dra. Bravo.