Las altas temperaturas del verano son un mal aliado para algunos alimentos debido a que en la rotulación de sus envases se recomienda mantenerlos en un lugar fresco.
Sin embargo, ese simple consejo se olvida durante las vacaciones donde es muy común relajarse en cuanto a alimentación se refiere, dando libre paso a variadas enfermedades, siendo una de ellas la Salmonella.
De acuerdo a lo que nos indica la médico de Help, Dra. Katherin Falck, la Salmonella es “una bacteria que se encuentra habitualmente en el intestino de los animales y del ser humano”, y que “se contagia por ingesta, es decir, por comer alimentos que están contaminados con deposiciones. Si los alimentos no son bien lavados, cocidos o bien manipulados, esto puede implicar que una persona pueda ingerir la bacteria”, sostiene.
Síntomas
Si de síntomas se trata, una persona afectada de Salmonella puede presentarlos entre las ocho horas a cinco días después de haber consumido el alimento contaminado. De esta manera, los síntomas más frecuentes son: dolor abdominal, cólicos, diarrea, náuseas, vómitos, fiebre, escalofríos, y en general dolor de cuerpo y cabeza.
“Es importante ir verificando el estado de la persona y evitar que se deshidrate debido a los vómitos y a la diarrea, e ir analizando si es que existe un compromiso en el estado general del paciente”, sostiene la Dra. Falck.
Prevención de la Salmonella
Para evitar el contagio de Salmonella es importante mantener una buena manipulación e higiene de los alimentos y utensilios. En este sentido, la especialista de Help recalca que tener un adecuado lavado de manos cada vez que se va al baño, lavarse las manos después de haber tocado alimentos crudos como mariscos, carnes, huevos, y lavar y limpiar muy bien aquellos utensilios a utilizar para cocinar o que estuvieron en contacto con estos alimentos, son los primeros pasos para prevenir el contagio.
“Es importante usar tablas de cortar distintas para cada alimento y así evitar la contaminación cruzada. También es relevante consumir alimentos en buen estado de cocción, por ejemplo, que el huevo esté bien cocido y no con la yema semicocida o líquida. Además, los adultos deben tener especial precaución y mantener refrigerados todos los alimentos que serán consumidos”, asegura la Dra. Falck.
Consejos para evitar romper la cadena de frío
Para garantizar que la calidad de los alimentos que consumes sea la adecuada y así preservar todas las propiedades nutricionales y organolépticas a través de una correcta cadena de frío y almacenamiento, sigue estos simples pero importantes consejos:
– Guarda cada alimento de acuerdo a las instrucciones que se detallan en su envase.
– No todos los alimentos se pueden congelar. Verifícalo en su etiqueta.
– No guardes frutas y verduras en bolsa porque se humedecen y reducen su durabilidad.
– Si vas a descongelar carne de vacuno, cerdo o pollo, hazlo dentro del refrigerador.
– Evita que pase mucho tiempo desde que compras los alimentos hasta que los guardas en el refrigerador.
– Revisa siempre los tiempos de conservación de cada alimento.
– Mantén el orden y la limpieza del refrigerador.
– Nunca recongeles los alimentos.