El hígado graso es una condición silenciosa que afecta del 14 al 30 por ciento de la población adulta de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y aunque sus síntomas son desconocidos, estos se ven favorecidos por malos hábitos alimenticios y una ingesta rica en grasa o comida chatarra, azúcar, carbohidratos, el consumo excesivo de remedios, sedentarismo, hipertensión y por sobre todo el consumo de alcohol.
Para el médico de Help, Dr. Alfredo Labarca, el hígado graso o esteatosis hepática “ es un trastorno que se caracteriza por la acumulación de grasa en este órgano. En la década del 90, se descubrió que habían personas que no bebían alcohol y presentaban el mismo cuadro sin que fuera posible distinguir entre ambos grupos. Con esa evidencia, se creía que el hígado graso no vinculado al consumo de alcohol era un trastorno benigno”. Actualmente se sabe que aproximadamente el 30% de los pacientes evoluciona hacia otras enfermedades más graves como la cirrosis.
Esta enfermedad no distingue entre niños, adolescentes y adultos, afectando por igual, sobre todo a aquellas personas mayores de 45 años con un índice de masa corporal mayor a 28 kg/m2, con “triglicéridos elevados, enfermedades asociadas como la diabetes tipo 2, sobrepeso u obesidad, y concentraciones anormales de grasas en la sangre” añade el doctor Labarca.
Diagnóstico: ¿Cómo reconocer un hígado graso?
Resultará complejo si no es mediante exámenes médicos. Sin embargo, lo primero de debes saber es que esta enfermedad tiene diferentes tiempos de manifestación, siendo el consumo de alcohol un factor que desencadena rápidamente esta condición.
El diagnóstico más completo es mediante pruebas hepáticas, es decir, con la realización de exámenes de laboratorio los cuales deben medir los niveles de bilirrubina y transaminasa en la sangre. En caso de que los valores de estas enzimas se encuentren elevadas, indicarán que el hígado no está funcionando correctamente. Asimismo, el especialista médico deberá solicitar una ecotomografía abdominal para verificar la presencia de grasa en el hígado.
Pero ojo, porque la acumulación de grasa en el hígado puede desarrollar otro tipo de enfermedades y complicaciones como cirrosis, fibrosis y hasta cáncer de hígado. En casos graves, podría desencadenar infartos al corazón, trombosis cerebral o enfermedades cardiovasculares, y de ser necesario, la persona afectada podría necesitar un trasplante hepático.
Tratamiento
El éxito del tratamiento requiere de un diagnóstico precoz del hígado graso mediante una consulta médica para luego realizar exámenes de sangre y una ecotomografía abdominal. Luego, la persona debe realizar cambios en el estilo de vida que le permitan recuperar la función normal de este órgano.
“Lo fundamental es modificar hábitos de vida. Alimentación sana y actividad física regular; restringir hidratos de carbono en caso de resistencia a la insulina, como también el uso de algunos fármacos que predisponen a la enfermedad”, asegura el doctor de Help, Alfredo Labarca.
Cuidado y consejos
Lo primero que deberás realizar es un cambio en el estilo de vida mediante una alimentación saludable, balanceada, la realización de actividad física regular que permita recuperar la correcta función del hígado y reducir el número de calorías que consume cada día.
De este modo, el especialista médico te solicitará restringir el consumo de los hidratos de carbono en tu dieta y el uso de antioxidantes, los cuales de acuerdo con diversos estudios médicos han demostrado ser útiles. Esto te ayudará a mantener un peso adecuado evitando el sobrepeso y la obesidad.
-Haz ejercicio al menos tres veces a la semana.
-Consume frutas y verduras de hoja verde.
-Ingiere carnes blancas o magras y bajas en grasas.
-Prefiere alimentos y cereales integrales para obtener fibra.