Seguramente más de alguna vez has oído hablar de los Divertículos debido a que su nombre suena cómico. Sin embargo, la enfermedad es silenciosa, dolorosa y requiere exámenes para determinar la gravedad, y un tratamiento médico el cual podría hacer cambiar tu estilo de vida por completo.
Ahora bien, ¿qué se entiende por Diverticulitis? Para el médico de Help, Dr. Alfredo Labarca, “los divertículos son una especie de sacos abultados y pequeños que se pueden formar en la pared de los intestinos del sistema digestivo. Por lo general, se encuentran en la parte inferior del intestino grueso (colon). Son comunes, en especial luego de los 40 años, y pueden causar problemas graves de salud”.
Asimismo, el Dr. Labarca explica que “la presencia de divertículos se conoce como Enfermedad Diverticular, que es cuando una o más de las bolsas o saquitos (divertículos) se inflaman, y en algunos casos se infectan. Esa afección se conoce como Diverticulitis, y puede causar dolor abdominal intenso, fiebre, náuseas, vómitos, estreñimiento, diarrea, y un cuadro infeccioso grave”.
Y aunque la aparición de los divertículos es variada, lo cierto es que existe una serie de predisposiciones o factores de riesgo tales como:
– Genética
– Consumo de tabaco
– Envejecimiento de la mucosa por la edad
– Bajo consumo de alimentos ricos en fibra
– Engrosamiento de la capa muscular de la pared del colon
– Obesidad
– Falta de ejercicio
A esto hay que agregar la falta o déficit de vitamina D y la alteración de la flora intestinal.
Tipos de Diverticulitis
Según el tipo de complicación, existen dos tipos de Diverticulitis:
Diverticulitis no complicada: Quienes la padecen se mejoran a las pocas semanas. En este caso el dolor es permanente y de alta intensidad.
Diverticulitis complicada: Este tipo de Diverticulitis se desencadena cuando existen abscesos, perforación o una úlcera. Es caracterizada por presentar gran dolor abdominal, constipación, fiebre y sensación de distensión abdominal.
Tratamiento
El mejor tratamiento para la diverticulitis es el cambio de hábito en el consumo de alimentos. En este sentido, se recomienda seguir una dieta mediterránea rica en fibras y muy restringida en grasas y proteínas. Asimismo, es fundamental realizar deportes, y evitar el estrés.
Sin embargo, para lograr calmar las molestias producidas por esta enfermedad, el médico tratante podrá recetar medicamentos tales como analgésicos y antibióticos. En el caso de personas que sufren una perforación intestinal, peritonitis, obstrucción intestinal, abscesos y aparición de fístulas, es necesaria la realización de una cirugía.
Por otra parte, y a pesar de que se trata de una patología multifactorial, puedes prevenir la enfermedad evitando el consumo de tabaco, manteniendo buenos niveles de vitamina D, y una flora intestinal equilibrada.