Hidratación en el adulto mayor durante los meses de calor

Tomar al menos 2 litros de agua diariamente es vital para el correcto funcionamiento del organismo. El agua no solo hidrata y regula la temperatura corporal por medio de la sudoración, sino que también transporta nutrientes a las células, mantiene sanos los riñones y el volumen sanguíneo, favorece la digestión y la eliminación de residuos, ayuda a la concentración correcta de electrolitos, lubrica las articulaciones y es fundamental para el rendimiento físico y cognitivo.

Todo lo anterior en el adulto mayor es aún más importante. Tener algunas enfermedades, llevar una vida sedentaria y tomar medicamentos que aumentan el riesgo de deshidratación son algunas de las causas que dan origen a esta condición, por lo que debes estar atento si tú o algún familiar presentan síntomas como sequedad en la boca, piel y mucosas, somnolencia, aumento en los latidos del corazón, descenso de la presión arterial, menor cantidad de orina o si se torna oscura, confusión y mareos.

De la gran cantidad de complicaciones que pueden sufrir las personas deshidratadas el shock por volumen sanguíneo bajo (shock hipovolémico) es el más peligroso. Es una de las condiciones más graves por deshidratación y puede poner en peligro la vida puesto que provoca una disminución de la presión arterial y en la cantidad de oxígeno en el organismo”, explica el urgenciólogo de Help, Dr. Alfredo Labarca.

Para entender la razón de la deshidratación debes saber que, a medida que las personas envejecen, el volumen de agua en el organismo disminuye, lo que aumenta las posibilidades de deshidratarse. A esto se suma que existen factores que favorecen la falta de agua como la baja en la percepción de sentir sed, la incontinencia urinaria, o tener funciones renales y digestivas anormales.

En el caso de la sed, el Dr. Labarca sostiene: “Lo que muchas personas desconocen es que es necesario tomar agua antes de tener este síntoma, ya que esta sensación aparece cuando el cuerpo ha perdido una cantidad importante de líquido corporal. En verano, y con la llegada de las altas temperaturas, la deshidratación es más frecuente”.

Así, afirma el especialista de Help, el consumo de agua en los adultos mayores “se calcula entre dos a tres litros al día sobre todo si realizan alguna actividad física o están expuestos por mucho tiempo al sol”.

Para evitar deshidratarse durante estos meses donde el calor es extremo, lo recomendable es ingerir agua pura, agua de frutas o jugos naturales, leche o caldos. “Esto es esencial, aunque no se tenga sed”, concluye el Dr. Labarca.