Se trata de uno de los accidentes más graves y recurrentes que afectan a niños, adolescentes y adultos durante el período estival. Aprende a prevenirlo.
Se produce cuando la persona cae a una piscina, al mar, lagunas, ríos, lagos o quebradas ingiriendo tal cantidad de líquido que este impide que el oxígeno llegue a los pulmones provocando asfixia.
Para el doctor de Help, Harrison Franco, la inmersión es “el proceso que determina una alteración respiratoria primaria como consecuencia de la inmersión en un medio líquido”. Asimismo, asegura que se trata de una situación “muy frecuente e importante a nivel mundial de salud pública y el resultado suele ser fatal”.
A diferencia de otros traumatismos, el doctor Franco agrega que el grupo etario más afectado son los menores de cuatro años y que la supervivencia “está determinada casi exclusivamente al lugar del incidente y de la rapidez con la que se realice el rescate y se inicien maniobras de reanimación”.
Este tipo de emergencia suele ocurrir con mayor frecuencia entre diciembre y marzo por la gran cantidad de personas que salen de vacaciones, pero: ¿qué hacer si un niño se ahoga?
El rescate temprano y la instauración inmediata de soporte vital básico son determinantes en el proceso de recuperación debido a que el factor tiempo es crucial. Así lo sostiene el Dr. Franco: “La reanimación prehospitalaria es clave para la supervivencia, debe comenzar en el mismo lugar del accidente y tiene como objetivo normalizar la ventilación y circulación. Si la persona no respira se debe realizar respiración boca a boca inmediatamente, recordando no hiperextender el cuello para evitar empeorar una lesión cervical no diagnosticada. Tampoco se deben realizar compresiones abdominales como la maniobra de Heimlich o torácicas para sacar líquido de los pulmones porque no está probada su eficacia, retrasan el inicio de la reanimación y aumentan el riesgo de aspiración”.
Del mismo modo es vital pedir ayuda, sacar del agua lo antes posible a la persona, ponerla de costado (posición de recuperación) en caso de que esté respirando, y no sacar o cambiar la ropa puesto que la baja temperatura es un buen aliado en estos casos.
¿Cómo prevenir estos accidentes?
Para evitar ser protagonista de una situación como esta, el Dr. Harrison Franco sostiene que lo más importante es “no dejar a los niños solos”, además de tomar todas las medidas que establece la Organización Mundial de la Salud: “Instalar barreras para controlar el acceso a zonas de agua que supongan un peligro, proveer de sistemas comunitarios supervisados de cuidado de los niños en edad preescolar, enseñar a nadar, seguridad acuática y rescate seguro a niños en edad escolar, formar a las personas en rescate y reanimación, establecer y hacer cumplir las normas de navegación segura, transporte marítimo y transbordadores y mejorar la gestión del riesgo de inundaciones”.