¡Adiós al colon irritable!

De seguro más de alguna vez ha ido al doctor por molestias digestivas y el diagnostico ha sido colon irritable. Primero debe tener claro que ésta no es una enfermedad, sino más bien un trastorno que puede llegar a ser muy incómodo, es decir,  existen ciertas circunstancias que afectan la forma en que trabaja su intestino produciendo malestares como distención, dolor abdominal, diarrea y/o estreñimiento.

La buena noticia es que usted tiene el control para evitar este trastorno,  de seguro se preguntará ¿cómo? Según estudios, el padecer de colon irritable, está estrechamente ligado a los niveles de estrés y los hábitos alimenticios, que usted posee, por ende puede comenzar por cambiar su dieta y  comportamiento mental.

Los estados emocionales como nerviosismo, estrés, depresión, ira, etc. tienen una relación estrecha con la motilidad intestinal, de ahí que se conozca al colon irritable, como colitis nerviosa. Si está atravesando por situaciones como: muchas deudas, un nuevo empleo, un divorcio o simplemente tiene un estilo de vida muy estresante, entonces esa puede ser la principal razón de los malestares.

Trate de reducir la tensión emocional que tiene en su vida.

Mejore su dieta y relájese

Para aquellas personas que padecen colon irritable es imprescindible realizar modificaciones naturales en el estilo de vida que ayuden a aliviar e incluso puedan desaparecer los síntomas:

– Evitar el consumo de café, alcohol y bebidas azucaradas

– Evitar el tabaco

– Evitar alimentos irritantes como aliños

– Evitar carbohidratos fermentables (coliflor, habas, brócoli, porotos)

– Evitar las frituras y comidas grasas

– identificar los alimentos que desencadenan los síntomas para aliviarlos- Realizar actividad física

– Realizar actividades de relajación

Deje ciertos alimentos de lado

Los alimentos que pueden desencadenar los síntomas del colon irritable son variados e independientes en cada individuo, en general se identifican:

– Aliños (pimienta,  ají)

– Carbohidratos flatulentos (Pimentón, brócoli, coliflor, legumbres, alcachofa)

– Lácteos (leche con lactosa, crema, queso)

– Frituras

– Embutidos (vienesas, hamburguesas,  cecinas, patés, longanizas, salame, chorizo)

– Alimentos con grasas: palta, huevo

Las bebidas también incrementan el malestar, por lo tanto evítelas. El alcohol al igual que las bebidas de fantasía tiene mucha azúcar,  la cual irrita la mucosa gástrica favoreciendo las alteraciones a nivel de la motilidad del tránsito intestinal. Además,  el Alcohol altera las vellosidades intestinales y algunas enzimas que se sitúan en el intestino con la consecuente menor absorción de agua produciendo diarrea.

Ojo con los fármacos

Los medicamentos sólo son efectivos para controlar los síntomas, pueden reducirlos, pero no eliminarlos por completo. Todo depende de cómo maneje usted su nivel de estrés y el cambio de hábito que adquiera al ingerir alimentos.