¡Disfruta el verano con autocuidado!

Las vacaciones son el momento más esperado y perfecto para descansar y desconectarse del trabajo o los estudios, pero también es cuando más podemos descuidar nuestra salud: El calor, los cambios en la alimentación y los viajes a lugares nuevos pueden aumentar el riesgo de enfermedades. Es por eso por lo que debes cuidar tu cuerpo para evitar enfermedades como intoxicaciones, contraer el virus Hanta, u otros problemas más serios.

Intoxicaciones

Durante el verano el calor hace que los alimentos se descompongan mucho más rápido, lo que puede causar intoxicaciones alimentarias. Para evitarlo, es clave mantener la comida bien guardada, refrigerada si es necesario, especialmente si no la vamos a consumir de inmediato. También debes tener ojo con la higiene de los alimentos, lavarlos bien, cocerlos en su justa medida, y verificar siempre su fecha de vencimiento. Además, es importante que también cuides tu propia higiene, es decir, lavarte las manos antes de comer.

Virus Hanta

En lugares rurales o poco poblados, existe el riesgo de enfermedades transmitidas por roedores, como el virus Hanta. De acuerdo con lo comentado por el jefe médico de Help, Dr. Ney Tello, el virus Hanta “se contagia a través de las vías respiratorias cuando se inhalan partículas de orina, fecas y saliva de estos roedores. Además, es posible contraer la infección por la ingesta de agua o alimentos contaminados previamente por el ratón, o teniendo contacto directo con excrementos o secreciones del roedor infectado”.

Por eso, si vas a zonas donde hay roedores, es importante no tocar nada que haya estado en contacto con ellos como alimentos o excrementos. Debes mantener la casa o alojamiento limpio y bien cerrado para evitar que entren.

Infecciones, quemaduras solares y deshidratación

Otras enfermedades comunes de verano son las infecciones estomacales, las quemaduras solares y la deshidratación. Para evitar estas molestias, utiliza protector solar, especialmente si vas a estar mucho tiempo al aire libre. Hidrátate con agua para evitar golpes de calor, y no te expongas al sol en las horas más intensas.

Además, procura siempre secar bien los oídos de tus hijos después de un baño en la piscina, lago o mar para evitar las temidas otitis de verano.

Salud mental

¡No te olvides de la salud mental! Las vacaciones son para relajarse y para hacer actividades que te hagan sentir bien. Si sientes que el estrés no te deja disfrutar, practica técnicas de respiración o yoga para liberar tensiones. Recuerda que el autocuidado no solo es físico, sino también emocional.

Consejos útiles

Prepara tus vacaciones: Elige el destino, estúdialo y prevé qué riesgos puedes encontrar para evitar contratiempos.

Evita infecciones: El contacto prolongado con el agua de la piscina o la playa puede aumentar el riesgo de infecciones como otitis, cistitis o conjuntivitis, debido a la humedad y posibles bacterias o virus presentes.

Cuídate del sol: Aplica un protector solar de buena calidad que te proteja contra las radiaciones UVA y UVB. De esta forma, evitarás quemaduras, insolación y el golpe de calor.

Mantén una alimentación saludable: En verano, es común consumir alimentos poco saludables, lo que puede aumentar el riesgo de problemas intestinales. Intenta optar por comidas frescas y equilibradas para cuidar tu bienestar.

Desconéctate: Aparta el celular y aprovecha para disfrutar del tiempo con tu familia, amigos y todo lo que te rodea. Vive el momento y recarga energías sin distracciones.

Considera los desplazamientos: Para evitar riesgos, revisa siempre la ruta antes de salir, usa ropa cómoda y mantén la máxima atención al conducir o caminar.

Prioriza la salud y protección de los niños: Recuerda que son más vulnerables a los riesgos del entorno, por lo que es importante mantenerlos protegidos del sol, el agua y otros posibles peligros.

El autocuidado en vacaciones es fundamental para disfrutar del descanso sin comprometer la salud. Recuerda que es importante descansar, cuidar la alimentación, mantenerse hidratado y protegerse del sol. También debes tomar precauciones con los alimentos para evitar intoxicaciones, estar atentos a posibles infecciones y cuidar el bienestar emocional.

Desconéctate de las preocupaciones diarias, dedica tiempo a la familia y amigos, y asegúrate de que los niños estén bien protegidos de los riesgos ambientales. ¡Disfrutar con responsabilidad es la clave!